LA SEÑORA ARNOLFINI TIENE UN PERRITO
Sabine Pigalle
Promittas facito: quid enim promittere laedit?
pollicitis dives quilibet esse potest.
(Ovidio, Ars amatoria, I, 449)
Harás por prometer: ¿qué daño puede hacer?
Cualquiera puede ser rico en promesas
Cantó el poeta Ovidio todas las artes de la conquista y del amor; desveló los pequeños trucos, y también los grandes.
Igual que Príamo suplicó a Aquiles para poder llevarse el cadáver de su hijo Héctor del campamento griego, el amante no ha de escatimar en promesas.
Suplicar, alimentar esperanzas, ganar tiempo, lo que haga falta para arrebatar el corazón.
¿Será que el amor es una mercancía que se puede comprar?
Codex Manesse
El MATRIMONIO ARNOLFINI de Jan van Eyck es uno de los cuadros más fascinantes y misteriosos del mundo. Esta cita de Ovidio se dice que estuvo en el marco del cuadro.
Creo que la señora Arnolfini tiene todo lo que su esposo le prometió en su día. Son ricos, en promesas y en amor. Su BIENESTAR es envidiable.
Nunca se nos ocurriría escribir sobre él en términos cultos y serios, porque ya lo hizo Panofsky y muchísimos otros. La literatura sobre él no es cuantificable.
Este cuadro provoca lo que otros no consiguen: un COMENTARIO AL VUELO.
Hay una opinión por cada visitante que acude a la National Gallery de Londres a ver su monalisa particular.
Anna Greyson
A nadie deja indiferente, independientemente de su formación, su bagaje cultural o su gusto. Por eso las PARODIAS de los ARNOLFINI son innúmeras, desde el Pato Donald a los Playmobil, desde Botero a propuestas rompedoras, algunas televisivas.
Mujeres desesperadas
Se ha escrito sobre su innegable SIMBOLISMO: epitalamio, esponsalicio, boda privada, promesa de esposos, epitafio, unión sexual, fertilidad, amor eterno, natalicio, etc.
Siempre la perspectiva es RELIGIOSA, NUPCIAL o SEXUAL, dicen los estudiosos.
En el piso de arriba de una casa de la próspera BRUJAS, viven los ARNOLFINI. Él un rico comerciante de paños, ella una joven de belleza virginal. La ventana entreabierta con sus visillos de encaje flamenco deja ver un cerezo en primavera.
Las naranjas perfumadas del Paraíso de Eva son un manjar meridional reservado a los más pudientes.
La habitación está ricamente decorada, los muebles son de madera tallada, una lámpara fastuosa, la luz del hogar, un lecho nupcial y una alfombra de Anatolia visten con calidez la estancia.
Las zapatos del señor Arnolfini son unas cómodas sandalias para estar en casa.
Como las del Dr. Scholl
En cambio, los ZUECOS de Giovanna tienen la suela de madera. Se pueden calzar con otros zapatos puestos.
¿Estará la señora Arnolfini embarazada?
¿O simplemente recoge el enorme pliegue de su vestido a la moda?
En cualquier caso, han llamado a la puerta. «Querida, tenemos visita»– dice el señor Arnolfini- «recibámosles en el dormitorio, como hacen en Francia»
Atsushi Suwa – Arnolfini Portrait (2009)
«Bienvenidos a nuestro humilde hogar»– saluda el señor Arnolfini
El que más se alegra de la visita es el PERRO de la familia. Los POMERANIAN son una raza muy inteligente y muy familiar. Enseguida alertan de los intrusos. Son los primeros en plantarse en el recibidor de casa.
Pablo y Boss
Está consentido y malcriado porque es un amor. Como es pequeño, está siempre presente en todo lo que hagan sus dueños. Es un poco inseguro con los niños. No le gustan especialmente. Podrían destronarle. Eso mismo le sucede a Boss, el perro de Pablo.
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Qué hermosa entrada!
No sabes cuánto placer leerla esta clara mañana de domingo. Gracias!
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