ROASTBEEF

Es difícil encontrar un libro sabio y a la vez divertido. Para todos los filólogos o amantes de las palabras recomiendo La aventura de las lenguas en occidente de Henriette Walter (Espasa Forum, Madrid 1998) No se hace necesaria su lectura de corrido. Es posible que uno lo abra al azar y encuentre alguna cosa que aprender.
En este libro, la autora explica un asunto interesante acerca del inglés, y que determina muchísimo el aprendizaje que de él hacemos los hablantes de lenguas románicas.
Es frecuente que el profesor de inglés nos corrija esa tendencia habitual de utilizar aquella palabra inglesa cercana al latín, descuidando la de origen germánico, que es la autóctona, y la habitual. Por eso los aprendices preferimos COMMENCE a BEGIN, PERISH a DIE, GAIN a WIN , DESIRE a WISH, o AMOROUS a LOVELY. Todos vemos los étimos latinos reluciendo en los primeros elementos de estos pares.
Los ingleses, al igual que todos los pueblos del norte de Europa, son muy aficionados a COMER CARNE. Las hortalizas, las legumbres, los vegetales frescos y el pescado son más propios de los paises meridionales, por razones obvias. Además, comer carne de caza mayor y menor es más habitual en los paises germánicos que en los latinos.

Pinturas rupestres de Lascaux (Francia)
En el citado libro se refiere un episodio de Ivanhoe de Sir Walter Scott, donde en tono burlón se habla de cómo cambia el nombre del animal del campo, el bosque o la piara al plato.
Recordemos que Guillermo el Conquistador se hizo con el trono de Inglaterra tras la batalla de Hastings de 1066 donde derrotó al sajón Harold. Este hecho determinó el panorama lingüístico de Inglaterra en la Edad Media. Podemos decir que hoy día aún constatamos sus secuelas.
Los ricos comerciantes, los nobles y la corte más elegante hablaba normando (aún el francés estaba en pañales, concentrado en la Isla de Francia), el latín era la lengua de cultura y el inglés, profundamente dialectalizado, era la lengua de la gente sencilla. Era un trilingüismo social.
Esto es de lo que se ríe Sir Walter Scott:
Te aconsejo, Gurth, que llames nuevamente a Fangs y que abandones la piara a su destino; porque, sea que ella caiga en manos de una partida de soldados, de una bandada de contrabandistas o de una caravana de peregrinos, los animales confiados a tu custodia estarán mañana convertidos en normandos, y esta circunstancia será indudablemente un consuelo para ti.
-¡Convertidos mis cerdos en normandos! Explícame ese enigma, porque no tengo bastante sutil el entendimiento ni tranquila la cabeza para adivinar misterios.
-¿Qué nombre das a estos animales que gruñen y andan en cuatro pies?
-¡El de cerdos, loco, el de cerdos! Y no hay loco que no diga otro tanto.
– Cerdo (SWINE) es palabra sajona; mas cuando el cerdo está degollado, chamuscado, hecho cuartos y colgado de un gancho como un traidor, ¿cómo le llamas en sajón?
– Cerdo (PORK)
(…)El viejo señor Buey (OX) tiene nombre sajón mientras está bajo el cuidado de siervos y de esclavos como tú, pero se transforma en BEEF, un caballero muy francés, cuando llega ante las venerables mandíbulas destinadas a consumirlo. De la misma manera el señor CALF se convierte en señor VEAL: es sajón cuando el vaquero lo cuida y toma un nombre normando cuando se transforma en objeto de placer.»
PORK es un trozo de carne para comer, descendiente de un indoeuropeo *porko-, «cochinillo». Su pareja SWEIN, en cambio, tiene una progenie más digna, *su- de donde el latín suis, un cerdo de edad adulta.
OX, relacionado con el ide. *uks- y *ugw– «esparcir, mojar», sería literalmente «el que engendra, el semental». Trasladado al plato se transforma en BEEF, y se hermana con el boeuf francés, de latina estirpe, bovem. Su hembra la vaca COW va hasta un ide. *gwos, pariente del anterior si atendemos al mencionado latín, al griego bous o al sánscrito gaus.
Las jóvenes y tiernas terneras reciben el nombre en el antiguo inglés de CALF, muy hermana del alemán Kalb, sobre un *gelb(h) que introduce el concepto de «crecer»
El borrego anglonormando era VEAL (fr. veau), primo hermano del vitellus, diminutivo de vitulus, ovejita de un año, cuya edad está en la raíz del «año» *wet-
Si se comiera bien asado, sería de inmediato un MUTTON, palabra de probable origen celta *multo, que está presente también en el italiano montone, palabra de suerte ruín, pues ha pasado a significar mujer «ligera».
Las ovejas grandes, esos animales estúpidos, tienen por supuesto origen desconocido. El germánico forma grupo: SHEEP, en inglés, holandés schaap o alemán Schaf.
La raíz indoeuropea común para este animal es *owi. Así tenemos latín ovis, griego ois, sánscrito avih, antiguo inglés eowu, y antiguo sajón EWI
Dejemos a los animales domésticos y vayamos al capítulo de la caza. El hermoso ciervo, DEER, es un vocablo procedente de un antiguo deor, con el significado de «bestia, animal salvaje», emparentado con el Tier alemán. Su origen es curioso, porque hace referencia a una de sus funciones vitales, el respirar: *dheuson, «criatura que respira». El radical *dheu está presente en el inglés breathe, «respirar», igual que en latín animal viene de anima, «soplo vital»
Este apetecible carpaccio con verduritas es en inglés VENISON , de un antiguo francés venesoun, animal de caza mayor, desde el latín venationem, «caza», a su vez del verbo venari, «cazar».
Para cazar hay que poner ganas, deseo, velocidad, atención y concentración, desear con anhelo, perseguir con empeño, en suma ser un warrior, o guerrero. Todas estas palabras están dentro del solar de la DIOSA VENUS, porque es la diosa del amor, del ansia por poseer, por disfrutar, por «cazar» al objeto de nuestro deseo.
Photo by Viktor Latkin
Tendremos que comernos alguna de estas viandas, así que haciendo honor a la escasa sofisticación y dificultad de la cocina inglesa, dejo aquí la RECETA DE ROASTBEEF, de nivel 0, muy fácil.
RECETA DE ROASTBEEF INGLÉS
Ingredientes:
(para 10 a 12 personas, aproximadamente)
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1 «roast beef»
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sal y pimienta
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mostaza (opcional)
Preparación:
Pesar la carne y calcular 30 a 40 minutos por cada kilo de carne (el roast beef se sirve cuando la carne está aún roja). Dejar la carne fuera del refrigerador hasta que esté a temperatura ambiente. Calentar el horno a 180º C .Espolvorear la carne con sal y pimienta a gusto. Si se le quiere dar más sabor, untar con una capa muy fina de mostaza. Colocar la carne, con la capa de grasa hacia arriba, sobre una rejilla de horno, sin olvidar colocar una asadera o fuente de horno por debajo para recoger los jugos que soltará la carne. Llevar al horno. Cada 10 o 15 minutos, rociar la carne con el jugo de la cocción. 20 a 30 minutos antes de que se cumpla el tiempo de cocción calculado, subir la temperatura del horno a 220º C para que el exterior de la pieza de carne se dore y forme costra. Retirar del horno y dejar enfriar.
El roast beef se sirve frío o tibio, cortado en rodajas muy finas.
En caso de servirlo tibio, se acompañará con el jugo de la cocción, que previamente se habrá colado
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