LOS GRANDES PLACERES

John Florea—The LIFE Picture Collection/Getty Images

Las cosas que hacen más feliz la vida,
gratísimo Marcial, son estas:
una hacienda no conseguida con esfuerzo, sino heredada;
un campo no desagradecido, un fuego permanentemente encendido;
un pleito nunca, la toga en pocas ocasiones, el espíritu tranquilo;
unas fuerzas de hombre libre, un cuerpo sano;
una sencillez prudente, amigos de igual condición;
convites fáciles, una mesa sin aparato;
una noche no ebria, sino libre de cuidados;
un lecho no triste y sin embargo casto;
un sueño que haga breve las tinieblas;
querer ser lo que eres y no preferir otra cosa;
no temer el último día, ni desearlo.

(Marcial, Epigramas, X, 47. Traducción de Dulce Estefanía, Catedra, Madrid 1991)

Alfred Eisenstaedt—The LIFE Picture Collection/Getty Images

Giuseppe Scaraffia, Los grandes placeres (Periférica, Cáceres 2015)

     Elegir vivir la vida del modo más satisfactorio posible, apunta el autor de este libro en sus primeras páginas. Elegir y buscar la felicidad, es el único camino.

Cuando todo se ha dicho y hecho, lo que cuenta es el deseo. Todas las cosas provienen de él y a él regresan, cita Scaraffia a Claude Debussy.

Roger Moore
Photographed for TV Times in 1968, just before the final series of The Saint.

Un libro fascinante, un baúl de anécdotas y citas para subrayar sin parar, los más destacados DILETTANTI del mundo: pintores, músicos, escritores, los VIVIDORES.

Photograph by Nina Leen, 1950, for Life Magazine.

Entre el elenco de estos afortunados degustadores están:

D´Annunzio, Verlaine, Stendhal, Balzac, Scott Fitzgerald, James Joyce, Colette, Zola, Renard, Dumas, Rossini, Baudelaire, Modigliani, Flaubert, Oscar Wilde, T.S. Eliot, D.H. Lawrence, Lord Byron, Bukowski…

Peter Stackpole—The LIFE Picture Collection/Getty Images

Un índice alfabético de cosas aparentemente banales, por eso se leen como pequeños o extravagantes, pero que en realidad son GRANDES PLACERES, solo reservados a aquellos que puedan degustarlos con fruición:

AMUEBLAR EL VACÍO-BESO-MUÑECA-BICICLETA-BOUQUINISTE-BOXEO-BUENOS MODALES-CAFÉ-CALVICIE-PERRO-POSTAL-CASTILLO-CHAMPÁN-CHARME-QUIROMÁNTICO-CHOCOLATE-CRUCERO-DEUDAS-DIETA-CRIADO-DROGA-EBRIEDAD-EXCENTRICIDAD-ELEGANCIA-EVASIÓN-FARO-FLORES-MANANTIAL-FOTOGRAFÍA-FRIVOLIDAD-GATO-JARDÍN-GLOTONERÍA-HOTEL-INDULGENCIA-LÁGRIMAS-MAPA-MODA-MOTOCICLETA-NARIZ-OLOR-OSITO DE PELUCHE-PASEO-PIE-CORREO-SENOS-SENTIMIENTO DE CULPA-SEDA-SOBRIEDAD-ESPEJO-ESPIRITISMO-SUCIO-DEPORTE-SUICIDIO-TATUAJE-TERMAS-TRAMPANTOJO-MALETA

No hay en este libro recetas, solo PISTAS para encontrar los placeres, y con ellos los instantes de felicidad.

Beach image by LIFE magazine photographer Gordon Parks

 Vivaldi, La Stravaganza

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

(J. L. Borges, «Los justos», La Cifra, 1981)