VIAJE AL PARNASO
Compañía Nacional de Teatro Clásico (2005)
Sacude, oh hijo de Saturno, la cerúlea espalda.
Que la fecunda Tetis sienta los latigazos de tu cuadriga.
Por una nueva ofensa la armada de Apolo surca las aguas
del sagrado mar en bajeles de versos.
Proteo abandona sus rebaños marinos, Tritón, sus melodías,
los monstruos estupefactos sus líquidos abismos.
Pero cuídate de que el enorme poder de tu tridente
no retuerza las blandas riendas
si no sacas algunos versos.
Desde las orillas de Hesperia Miguel conduce
a los ilustres poetas hacia alta mar. Se dirige a la tierra de Delfos.
Venga, depón tu miedo, resiste en medio de los barcos,
llévalos con viento favorable a las playas del Parnaso.
EPIGRAMMA de D. Augustini de Casanate Rojas
Cervantes, Viaje del Parnaso
(Prólogo al lector)
Portada del Viaje del Parnaso (1614)
Sobre las ancas del Destino, emprende don Miguel de Cervantes un GRAN VIAJE. Se despide de Madrid y, cuando se dispone a coger un barco en Cartagena, aparece un extraordinario bajel capitaneado por el mismísimo MERCURIO.
El dios parlero le invita a viajar en este transporte peculiar, porque el barco está hecho de versos. Todas las rimas, pies y metros son los materiales de jarcias, quilla, crujía, mástil…
Compañía Nacional de Teatro Clásico (2005)
El dios le pide a Cervantes que enjuicie el ELENCO DE POETAS que van a reclutar en nombre de APOLO y que ocuparán con él, las Musas y las ninfas el PARNASO.
Annibale Carracci, Mercurio y Apolo (Palazzo Farnese, Roma)
Una tormenta se desata y
..llovían nubes de poetas llenas
sobre el bajel, que se anegara luego,
si no acudieran más de mil sirenas
a dar azotes a la gran borrasca…
De toda esta poetambre, Mercurio arroja a algunos malos poetas por la borda y a toda vela comienzan el viaje.
Hacen escala en Valencia para embarcar a algunos de sus poetas. Aun en el Golfo de Narbona llueven cuatro poetas más. Dejan Génova y cuando llegaban a la desembocadura del Tíber, contemplan la Arcadia italiana de Virgilio, Nápoles de la sirena Parténope…
Como Eneas también han de sortear a Escila y Caribdis. Así, le dan a un pobre poeta a los monstruos para que se entretengan.
Tras divisar Corfú, llegan a Grecia.
Delfos (Foto Maite Jiménez 2015)
Apolo en persona viene a recibirlos. En una apoteosis humana, se quita los rayos y en calzas y jubón los saluda.
Apolo citaredo (Museos Capitolinos, Roma)
En el JARDÍN DE APOLO la primavera es eterna. En la FUENTE CASTALIA chapotean los poetas divertidos. El propio dios preside el CONVIVIO, pero a Cervantes no le queda sitio donde sentarse.
Andrea Mantegna, El Parnaso (Louvre)
Don Miguel habla a Apolo de sus obras, de la Galatea, de Don Quijote, de las Novelas, del Persiles… y con su relación, también le expresa al dios sus intenciones éticas y estéticas:
Tuve, tengo, y tendré los pensamientos
merced al cielo que a tal bien me inclina,
de toda adulación libres y essentos.
Nunca pongo los pies por do camina
la mentira, la fraude y el engaño,
de la santa virtud total ruyna.
Con mi corta fortuna no me ensaño,
aunque, por verme en pie como me veo,
y en tal lugar, pondero assí mi daño.
Con poco me contento, aunque desseo
mucho.
El Greco, Caballero de la mano en el pecho (Museo del Prado)
Sucede otro prodigio: llega una nave de MALOS POETAS. Apolo pide en silencio a Neptuno que naufrague. Siguen llegando BUENOS POETAS al Parnaso de Apolo. Por la ira del dios de Delfos y la potencia de Neptuno, el barco de los malos poetas se hunde. Delfines y ninfas ayudan en la tarea.
El Bosco, La nave de los locos (Louvre)
En estas estaban cuando desciende VENUS con su carro de mansas palomas y en su encuentro con Neptuno, coqueta, ensancha el verdugado, y el dios quedó difunto al verla.
La dama de armiño
Interviene la diosa en la batalla de los malos y buenos poetas. El prodigio que obra Venus es superlativo, porque los lánguidos poetas en el mar sufren una APOCOLOCYNTOSIS, de modo que se convierten en calabazas.
Es de noche, Apolo se retira y Cervantes cae en el SUEÑO DE MORFEO. Se le aparece una doncella muy hermosa que crece y crece sin parar hasta la estatura de un gigante. Es hija del Deseo y de la Fama. La acompañan las ninfas. Es la
VANAGLORIA
Rafael, El Parnaso (detalle) Stanza della Segnatura (Vaticano)
En el combate gana por supuesto el bando de los buenos. Los malos salen corriendo. Algunos gatean por las faldas del monte Parnaso, una tropa poética que aspiraba a la cumbre.
Las MUSAS danzan contentas. Apolo les pide coronas para condecorar a los vencedores.
Rafael, El Parnaso (detalle) Stanza della Segnatura (Vaticano)
Cervantes despierta del SUEÑO de MORFEO y lo hace en Nápoles, en la FIESTA DE LOS POETAS.
Ya en Madrid, tiene el gozo de encontrarse con los poetas que participaron en la BATALLA DEL PARNASO.
Rafael, El Parnaso (detalle) Stanza della Segnatura (Vaticano)
Por fin, Pancracio Roncesvalles le hace entrega de una carta de puño y letra de APOLO LICIO, donde se conceden PRIVILEGIOS, ORDENANZAS Y ADVERTENCIAS A LOS POETAS ESPAÑOLES. También le desea:
(…)Vuesa merced tenga cuenta con su salud, y mire por sí, y guárdese de mí, especialmente en los caniculares; que, aunque le soy amigo, en tales días no va en mi mano, ni miro en obligaciones ni en amistades (…)Y con esto, nuestro Señor guarde a vuesa merced como puede y yo deseo.
Del Parnaso, a 22 de julio, el día que me calzo las espuelas para subirme sobre la Canícula, 1614.
Servidor de vuesa merced.
APOLO LÚCIDO.
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