BÁLSAMO DE JERICÓ
Photo by Helmut Newton, 1967.
JERICÓ compite con Damasco por ser la ciudad más antigua del mundo. También es la más baja del planeta, más que el mismísimo Mar Muerto.
El manantial de Eliseo hizo crecer un OASIS en ella, un OASIS con LUNA, que dicen unos que es el origen de su nombre. Otros dicen que Jericó significa esencia y BÁLSAMO. La SAL y el AGUA de Eliseo, la LUZ de Elías.
Eliseo fue al manantial y arrojó allí la sal, diciendo:
—Así dice el Señor: “Yo he purificado esta agua, y nunca más causará muerte ni hará estéril la tierra«.
II Reyes 2: 19-21
Victor Bezrukov in the middle between Jerusalem and Dead Sea
JERICÓ es el CANDADO DE LA TIERRA DE ISRAEL. Se obraron prodigios al son de trompetas. Las murallas se desmoronaron, el candado se rompió, y se abrió la Tierra Prometida a sus hijos.
Antiguo manuscrito sirio que muestra el Laberinto de Jericó (Biblioteca de Beirut-Líbano)
Samaria es tierra difícil, donde las tribus que no fueron al exilio de Babilonia se mezclaron con pueblos extraños. Se enemistaron para siempre con los cautivos que fueron al Este y regresaron liberados. Llegados a Jerusalem para reconstruir el Templo, no quisieron que los samaritanos ayudaran. Se apartaron para siempre.
Agua, alimento y curación en unos parajes dominados por el Monte Qarantal, donde Cristo vivió su experiencia del desierto. Superó allí las tentaciones de majestad.
Monte Qarantal (Foto Maite Jiménez-marzo 2014)
Un BÁLSAMO llevaban en su caravana los ismaelitas raptores de José, cerca del pozo de Jacob. Las tribus de la estirpe de José se instalan en estos parajes. En Nablús (Siquem), en el mismo pozo, Jesús habló con la samaritana:
«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?»
Juan 4:9
Duccio di Buoninsegna, Cristo y la Samaritana, © Museo Thyssen-Bornemisza
En la extraña tierra de Samaria el Evangelio relata episodios milagrosos como la curación de dos hombres ciegos.
También Zaqueo, subido a un sicomoro, porque era muy bajito, se atrevió a convidar a Jesús a su casa. Las palabras del Maestro lo convirtieron.
CLEOPATRA había conseguido de MARCO ANTONIO muchos territorios para añadir a sus dominios. Su sueño de un IMPERIO ORIENTAL estaba cada vez más cerca.
Agua que surge entre Judea y Galilea, oasis lleno de palmeras datileras. Comer los DÁTILES dulcísimos de Israel es una experiencia singular.
Es el alimento más puro que existe. Un ser humano podría vivir exclusivamente de dátiles muchos días. Son los acompañantes de los beduinos en sus travesías por el desierto. Agua y alimento. Solo falta la ESENCIA DE LA SALUD. También lo tenía JERICÓ.
Viktor Bezrukov
Estrabón cuenta que HERODES tenía un palacio en Jericó. Administró y quizá luego fue propietario de unos FÉRTILES PALMERALES, como refiere Horacio (Ep.II, 2-184) y también Plinio.
Este fue el regalo que pidió la reina de Egipto a Antonio
HERODES EL GRANDE, era un gobernante poco querido por los judíos por su filohelenismo declarado y su crueldad. Además, su adhesión a Roma fue muy habilidosa. Primero, con Marco Antonio, luego con el vencedor Octavio Augusto. Siempre supo navegar bien.
Cleopatra acompañó a Antonio al Eúfrates en el año 34 a.C.. A su regreso cruzó Judea. Estaba embarazada. Dice Flavio Josefo, el historiador judío, que intentó seducir a Herodes.
Herodes desconfía de ella y la acompaña a Pelusium, a las puertas de Egipto. Fue entonces cuando el rey, previendo lo peor, empieza a fortificar Massada. Pagó el justiprecio por las tierras que Antonio le había cedido y tributó lo que se le ordenó. Obligado por la generosidad de Antonio, en la Guerra tomó partido por él. Antonio le instó a que guerreara a los árabes, que no querían pagar tributos. Se dice que tras la Batalla de Accio, había sugerido a Antonio que matara a Cleopatra para reforzarse económicamente con las riquezas de Egipto y así tener una posición más ventajosa cuando se tratara de negociar la paz con Octavio.
G.B. Tiepolo, El Banquete de Cleopatra (detalle)
El BÁLSAMO DE JERICÓ, que despertó el capricho de Cleopatra, es una resina sanadora. La Biblia menciona el bálsamo en el episodio del rapto de José por la caravana de ismaelitas.
La planta referida es casi con seguridad la Commiphora opobalsamum, que Flavio Josefo sitúa en las inmediaciones de Jericó, y Estrabón, alrededor del Mar de Galilea. Es el Bálsamo de Judá, de Jericó, de Galaad o de la Meca.
Dioscórides
Sus propiedades antisépticas, expectorantes y emenagogas le conferían un valor excepcional
Desde Jericó, paso obligado para el viajero entre Galilea y Judea , se contempla el Monte de las Tentaciones, las estribaciones del desierto.
A sus pies, el viajero imagina la poderosa Jericó, los dátiles de Herodes, y los caprichos sofisticados de Cleopatra.
En una tierra dura y desértica, el alimento, el agua y el bálsamo son las claves para sobrevivir y salvarse.
Maravilloso blog!
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Muy amable. Gracias
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