ARNINA

Lorenzo Bartolini, L´Arnina (Firenze–Galleria della Accademia)

FOTOS Javier Rodríguez (Florencia, enero 2015)

El curso del agua, el lecho del río, el torrente desbocado, son conceptos que están en el hidrónimo ARNO, el río de FLORENCIA, según los estudiosos del indoeuropeo.

En todos los casos, *arno, significa el cauce por donde discurren las aguas fluviales, y *-or/*-er harían referencia a la agitación del agua en movimiento. De ello dan cuenta otros ríos con nombre parecido.

Fuente de Neptuno (Piazza della Signoria, Firenze)

    El viajero Pausanias en su diario de viaje Descripción de Grecia (8, 8, 2) dice que le enseñaron en las cercanías de Mantinea en la ARCADIA una fuente llamada ARNE, conocida como «la fuente del cordero»

      En algunas versiones del mito, POSEIDÓN, el dios de las aguas, también se salvó de la voracidad de su padre Crono gracias a una treta de su madre Rea, quien habría escondido al niño en un rebaño de corderos que pacían junto a la fuente ARNE. La desesperada madre ya había hecho otra añagaza semejante con el bebé Zeus.

Otros dicen que la kourotropha (niñera) de Poseidón fue una mujer llamada ARNE, nombre derivado de arneisthai, que significa «negar», porque eso fue lo que hizo cuando Crono le preguntó por su hijo.

A orillas del ARNO en Florencia hubo al parecer un templo a ARNA FORTUNA. Nada es seguro sobre este río. No obstante, el ARNO cobra vida en las bodas de los Medici con los Gonzaga, donde ARNEA, espíritu fluvial, se casa con el dios marino de ascendencia etrusca, el TIRRENO. La pareja acuática sería el origen de los TOSCANOS.

 Danzarines etruscos (Tumba del Triclinio, Tarquinia, ca. 470 a.C.)

      Cuando POSEIDÓN está de buenas, es creador, no de tormentas y tempestades que atormentan a los navegantes, sino de RÍOS e ISLAS.

La NINFA ARNINA de Bartolini, se acicala entre las olas bordadas del río.

  Igual que ARTEMISA en el baño, ARNINA deja caer su manto dejándonos ver su cuerpo armónico y esbelto que surge de las rocas del cauce del río.

Representa la abundancia y la prosperidad, la identidad de un lugar con su RÍO.

     LAURETTA enamorada en la ópera de Giacomo Puccini, Gianni Schicchi, quiere arrojarse al Arno desde el Ponte Vecchio de Florencia si no puede tener a Rinuccio, su amor.

LAURETTA
(Cayendo de rodillas ante Gianni)
¡Oh, papaito querido!
Me gusta… ¡es bello, es muy bello!
¡Quiero ir a la Porta Rossa
a comprar un anillo!
¡Sí, sí, allí quiero ir!
Y si mi amor fuese en vano,
¡iré al Ponte Vecchio,
para arrojarme al Arno!
¡Me consumo y me atormento!
¡Oh Dios, quisiera morir!
¡Papaito, piedad, piedad!

FOTOS Javier Rodríguez (Florencia, enero 2015)