PREFERIRÍA NO HACERLO
Del peligro del mar, del hierro abierto
que vibró el fiero Cimbro, y espantado,
huyó la airada voz, salió cansado
de la infelice Birsa Mario al puerto.
Viendo el estéril campo y el desierto
sitio de aquel lugar infortunado,
lloró con él su mal, y lastimado,
rompió así en triste son el aire incierto:
«En tus ruinas míseras contemplo
¡oh destruido muro! cuánto el cielo
trueca, y de nuestra suerte el grande estrago.
«¿Cuál más terrible caso, cual ejemplo
mayor habrá, si puede ser consuelo
a Mario en su dolor el de Cartago?»
Fernando de Herrera, Mario en Cartago
Escribió Hermann Melville un relato que todavía hoy sigue despertando curiosidad al lector moderno. Se trata de Bartleby el escribiente.
MELANCOLÍA, APATÍA y NIHILISMO son las enfermedades de Bartleby, un escribiente que trabaja en Wall Street. El lector lo conoce como un empleado ejemplar, pulcro y atildado, algo tristón, pero enseguida se da cuenta de que Bartleby es un ser extraño. A cada petición u orden que se le da en el trabajo responde:
«PREFERIRÍA NO HACERLO»
Después de su I would prefer not to constante, es despedido, pero se niega a abandonar la oficina. Las oficinas son las que se trasladan de local, y Bartleby se queda.
El relato finaliza con su detención por vagabundo y su encarcelamiento. Se deja morir de hambre.
El narrador comenta que quizá este extraño comportamiento se deba a que Bartleby había trabajado en la Oficina de las Cartas Muertas, ese lugar donde se apilan las cartas que nunca han llegado a su destino porque los destinatarios no son conocidos, y los remitentes están ilocalizables.
La incomensurable TRISTEZA de manejar año tras año cartas inertes dicen que provocó a Bartleby su SÍNDROME.
Los domingos, Wall Street es un desierto como la Arabia Pétrea; y cada noche de cada día es una desolación. Este edificio, también, que en los días de semana bulle de animación y de vida, por la noche retumba de puro vacío, y el domingo está desolado. ¡Y es aquí donde Bartleby hace su hogar, único espectador de una soledad que ha visto poblada, una especie de inocente y transformado
Mario, meditando entre las ruinas de Cartago!
Por primera vez en mi vida una impresión de abrumadora y punzante melancolía se apoderó de mí. Antes, nunca había experimentado más que ligeras tristezas, no desagradables. Ahora el lazo de una común humanidad me arrastraba al abatimiento. ¡Una melancolía fraternal! Los dos, yo y Bartleby, éramos hijos de Adán.
¿Por qué Mario?
Cayo Mario, vencedor de Yugurta, el hábil rey de Numidia que hizo que los romanos se cuestionaran su República. En el triunfo de Mario, Yugurta desfiló encadenado. Después, fue ejecutado en la cárcel Mamertina.
Este no fue el único triunfo de Mario: la derrota de cimbros y teutones, intervenciones en Hispania, campañas en Asia, reformas indispensables en el ejército…Todos fueron éxitos inusitados para un homo novus, un hombre de familia sin pedigrí, aunque ricos en tierras.
Jean Germain Drouais, Mario en Minturno
La confrontación con SILA iba cada vez a más. Esta guerra intestina, larga y feroz, opuso a estos dos hombres y a sus partidos, también a sus ambiciones personales: los optimates de Sila frente a los populares de Mario. Dos Romas.
Genaro Pérez Villaamil, Personajes orientales sobre un paisaje con ruínas.
En uno de sus viajes militares y políticos por el Mediterráneo llegó a África. Le alegró saber que su hijo se había salvado de un enfrentamiento con las tropas de Sila y que estaba allí, refugiado en la corte de Hiempsal de Numidia.
P.J. François, Mario en las ruinas de Cartago
Cuenta PLUTARCO que el pretor Sextilio, que mandaba en África, hizo que un lictor se presentara en el momento de poner el pie en sus tierras con este mensaje:
-Te intima ¡oh Mario! el pretor Sextilio que no pongas el pie en el África, y que de lo contrario sostendrá los decretos del Senado, tratándote como enemigo de los Romanos.
A lo que Mario, indignado, y también con un punto de tristeza, respondió:
-Dile que has visto a Mario fugitivo sentado sobre las rutas de Cartago.
John Vanderlyn, Mario sentado en las ruínas de Cartago.
El pensamiento de Mario se refiere a la suerte de esta ciudad en paralelo con su vida, esplendorosa y poderosa en otro tiempo, ahora caída en ruínas por la ambición de los romanos. Su fortuna también había cambiado. Se acercaba su final.
J. Kremer, Mario meditando en las ruinas de Cartago
Se acercaba el final del «ZORRO DE ARPINO», siete veces cónsul, nombrado tercer fundador de Roma. Dicen que exasperado por las victorias de Sila en Grecia, se entregó a los vicios hasta su muerte.
La RUINAS que evocan la destrucción física de grandes ciudades, de grandes imperios, también son potente metáfora de la debacle personal.
El cónsul Mario tuvo unos instantes para meditar en las ruínas de Cartago acerca del fin de la Roma que había conocido, a la que había sometido como si fuese un pueblo conquistado, de la que se enajenó. También pensó en su propio fin.
Las RUÍNAS son melancolía, son espacios finalistas.
Genaro Pérez Villaamil, Paisaje oriental con ruinas clásicas
El escritor Enrique Vila-Matas en su libro Bartleby y compañía, explora con exquisito gusto a los escritores que han padecido el SÍNDROME DE BARTLEBY, los artistas del NO, los que han enmudecido en un determinado momento por motivos muchas veces alejados de la propia literatura. Dejar de escribir, huír.
LA VOCACIÓN DEL SILENCIO
Charles Tessier
Quand le flambeau du monde
(sobre un poema de Jacques Davy du Perron)
Quand le flambeau du monde
Quitte l’autre sejour,
Et sort du sein de l’onde
Pour alumer le jour :
Pressé de la douleur qui trouble mon repos,
Devers luy je m’adresse & luy tiens ce propos.
Bel astre favorable
Qui luis égallement,
A chacun secourable
Fors à moy seulement :
Astre qui fait tout voir & qui void tout aussi,
Vis-tu jamais mortel si comblé de souci ?
Depuis que ta lumiere
Vient redonner aux Cieux
Ta clarté coutumiere,
Si delectable au yeux,
Jusqu’au soir qu’elle va dans les eaux se perdant,
Mon soleil luit toujours au point de l’Occidant.
Et puis quand la nuit sombre
Vient au lieu du Soleil,
Et cache sous son ombre
L’orreur & le sommeil :
Joignant les mains ensemble & levant les deux yeux,
J’adresse ma parole aux estoilles des cieux.
Astres pleins d’influence
Aux mortels gratieux,
Qui guidés le silence
Et le somme ocieux,
Et r’amenés la nuit dont la brune couleur
Me semble conspirer avecque ma douleur.
Variadas fuentes de consulta y bien documentado. Una entrada muy agradable, Mayte. 🙂
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Muchas gracias. Buen día. Abrazo
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Pingback: VALERIO, EL ROMANO REDIVIVO (1) | Grand Tour
Excelente ensayo. Te felicito.
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Muchas gracias. Un saludo
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Muchas gracias.
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