YOCASTA TIENE ESTRÉS
Silvana Mangano en Teorema (P.P. Pasolini 1968)
EDIPO.- ¿Y cómo no voy a temer el lecho de mi madre?
YOCASTA. – Y ¿qué podría temer un hombre para quien los imperativos de la fortuna son los que le pueden dominar, y no existe previsión clara de nada? Lo más seguro es vivir al azar, según cada uno pueda. Tú no sientas temor ante el matrimonio con tu madre, pues muchos son los mortales que antes se unieron también a su madre en sueños. Aquel para quien esto nada supone más fácilmente lleva su vida.
(Sófocles, Edipo Rey, 976ss)
Tengo cuatro hijos, dos niñas y dos niños…Bueno, por momentos creo que estoy criando a cinco, porque de EDIPO tengo que ocuparme mucho más que de los otros.
Somos una FAMILIA FELIZ.
Los chicos, Eteocles y Polinices, son casi gemelos, están todo el día jugando y peleándose. Tengo la sensación de que un hermano quiere echar del nido al otro. Los celos los devoran y combaten por ganar nuestra atención y nuestro amor.
Antígona es mi hija mayor y siempre ha sido muy madura. Es bueno tener hijas, siempre cuidan mejor de los padres cuando están mayores. Muchas veces pienso que la he cargado con demasiadas responsabilidades y que por eso se comporta como una segunda madre con los chicos y con su hermana pequeña Ismene.
Me encargo de todo. Intento siempre que EDIPO no tenga que malgastar energías en las cosas de nuestra casa. Esas tareas me corresponden a mí. Él que gobierne Tebas con buen juicio y magnanimidad, como corresponde.
El palacio es muy grande y a veces me siento sobrepasada con todo lo que tengo que hacer. Los niños también me roban mucha energía. Estoy cansada, como todas las madres de familia. Mi marido apenas me ayuda.
Mi psiquiatra me ha preguntado por mi infancia. Es de la escuela del PSICOANÁLISIS, y dice que el PASADO es determinante en nuestro PRESENTE, que los sueños escriben el LIBRO de nuestra vida. El FUTURO es lo que a mí me preocupa. Él insiste en el tema de los COMPLEJOS.
Cuando era niña me di cuenta enseguida de que mis padres habían puesto todas sus esperanzas en mi hermano CREONTE, seguramente porque era hombre. Nunca hacía nada, solo se dedicaba a sus cosas. Yo me ocupé siempre de todo, desde bien pequeña. La verdad es que mi infancia fue más bien triste, ese es el recuerdo que tengo. Y mi juventud también. Me casé demasiado joven con LAYO, mi primer marido, creo que por huir de casa de mis padres.
Ahora con EDIPO es distinto. Es como un hijo para mí, o como un hermano. Nuestro amor es confidente y dulce, sin sobresaltos, vivo en una amable rutina. Somos COMPAÑEROS. Yo me sacrifico al máximo por él, siempre procuro su bienestar. Soy el hombro donde se apoya para absolutamente todo.
P.P. Pasolini, Edipo re (1967)
EDIPO y yo nunca hemos sido AMANTES, sino AMIGOS. Tengo miedo de que haya otra mujer. No sé qué pensará él de esas mujeres tan atractivas y seductoras que usan lencería sugerente y vuelven locos a los hombres.
Él no está loco por mí, pero me quiere mucho, con un amor suave, sin sustos. No, PASIÓN no hay, ni por su parte ni por la mía, pero estoy tranquila. Se ha agotado la chispa, o quizá nunca hubo esa magia de la que hablan todas.
Es verdad que lo CONTROLO mucho, como si fuese un niño, como a mis otros hijos, pero eso no puede hacerle daño, más bien le dará SEGURIDAD. Yo lo siento así, es muy DEPENDIENTE de mí. Me consulta cada paso que da, y eso me da muchísima satisfacción. Me siento útil, importante en su vida. Yo soy el motor de la casa.
Él me reprocha una costumbre mía, porque dice que cada frase que yo digo comienza con su nombre:
EDIPO……..
No duermo bien, me duele siempre la cabeza. Trabajo mucho, nunca descanso, no sé hacerlo. Solo intento QUE ÉL SEA FELIZ, QUE NO ME DEJE. Al final se lo he dicho al psiquiatra, creo que me lo ha sacado: TENGO MIEDO de QUE ME ABANDONE.
Mi terapeuta dice que las personas como yo, controladoras y dependientes, no somos malas, ni tampoco tenemos mala conciencia-esto no lo he entendido-, pero que ESTERILIZAMOS a las personas que más queremos, que no las dejamos desarrollarse, porque son ETERNOS NIÑOS, nuestros hijos a la vez que parejas, y no tenemos una relación de igual a igual. No lo sé.
Silvana Mangano en Teorema (P.P. Pasolini 1968)
Esta misma mañana me ha dicho algo increíble. Afirma que soy como WENDY, la amiga de PETER PAN, una MADRE TODO EL TIEMPO, que solo quiero CUIDAR, que no tengo valor para la aventura ni para el cambio, que temo volar, y que él se vaya al PAÍS DE NUNCA JAMÁS. Él siempre será un niño, nunca crecerá, pero yo me haré vieja, más que él.
Muy agradecida
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por venir
Me gustaMe gusta
Pingback: MIS VAQUEROS Y YO | Grand Tour
Pingback: EL BAÑO DE TELÉMACO | Grand Tour
Pingback: TIENES UN SÍNDROME | Grand Tour