EL BAÑO DE TELÉMACO

EL BAÑO DE TELÉMACO

Garry Marshall, Pretty Woman (1990)

Τηλέμαχ᾽, οὐδ᾽ ὄπιθεν κακὸς ἔσσεαι οὐδ᾽ ἀνοήμων,

εἰ δή τοι σοῦ πατρὸς ἐνέστακται μένος ἠύ,

οἷος κεῖνος ἔην τελέσαι ἔργον τε ἔπος τε:

οὔ τοι ἔπειθ᾽ ἁλίη ὁδὸς ἔσσεται οὐδ᾽ ἀτέλεστος.

εἰ δ᾽ οὐ κείνου γ᾽ ἐσσὶ γόνος καὶ Πηνελοπείης,

οὐ σέ γ᾽ ἔπειτα ἔολπα τελευτήσειν, ἃ μενοινᾷς.

παῦροι γάρ τοι παῖδες ὁμοῖοι πατρὶ πέλονται,

οἱ πλέονες κακίους, παῦροι δέ τε πατρὸς ἀρείους.

¡Telémaco! No serás en lo sucesivo ni cobarde ni imprudente,
si has heredado el buen ánimo que tu padre tenía
para llevar á su término acciones y palabras;
si así fuere, el viaje no te resultará vano, ni quedará por hacer.
Mas, si no eres el hijo de aquél y de Penélope,
no creo que llegues á realizar lo que anhelas.
Contados son los hijos que se asemejan á sus padres,
 los más salen peores, y tan solamente algunos los aventajan.
Odisea, II, 270-277
(Atenea disfrazada de Méntor a Telémaco)

Tiepolo, Telémaco y Méntor

Odiseo sigue ausente y en Ítaca la reina Penélope se entretiene en los quehaceres domésticos: confecciona un texto en su tapiz en el que narra su vida pasada y sus anhelos futuros, hace magdalenas para que su aroma le traiga a su pecho la imagen de su esposo, y casi no duerme.

Mientras, los pretendientes revolotean como abejas en torno a su reina, como buitres carroñeros, deseosos de que un día el heraldo anuncie la muerte del rey.

TELÉMACO convence a su madre de que debe ir en busca de noticias sobre su padre. Penélope accede.

El muchacho embarca para cruzar el mar de Ítaca hasta el continente, y desembarca en la preciosa Bahía de Navarino.

Pilos
(Foto Maite Jiménez, marzo 2019)

QUERIDA MAMÁ:

Espero que al recibo de la presente te encuentres bien. Yo acabo de llegar a PILOS. La travesía, pese a ser corta, la he pasado fatal.

Me ha dicho Méntor que he tenido NÁUSEA, que es la enfermedad del mar. Al principio me sentí avergonzado, porque di la impresión de un marinero bisoño, pero él me tranquilizó diciendo que también los marineros bregados pueden padecerla, y que se produce por las «tres F» en lengua bárbara:

FAIM (hambre)                            FROID (frío)                                   FATIGUE (fatiga)

Akrotiri (Thera)

Los habitantes de PILOS, los señores y guerreros de Néstor, celebraban en la playa un sacrificio al dios de cabellos azules, Poseidón, señor de todos los mares.

Nueve toros serían sacrificados según el rito de los pueblos del mar:

Sarcófago de Hagia Tríada (Creta)

Nada más llegar a PILOS para consultar a Néstor sobre el paradero de papá, sentí cómo mi lengua se paralizaba y pasé la vergüenza de mi vida.

Esta actitud reservada y poco social se le notó siempre. ¡Con cuántos médicos no se habrá consultado su madre! Telémaco es un muchacho distinto de los demás, quizá padezca algún síndrome…La verdad es que en casa es difícil aguantar la tristeza y los arrebatos de locura de la reina Penélope.

Entonces Méntor me animó diciéndome que ya no tengo que tener vergüenza, porque mi crianza y los númenes juegan a mi favor.

Por fin fui capaz de hablar.

La verdad es que nos recibieron de maravilla: compartimos su banquete y me ofrecieron a mí el primero el vino.

Pude tener en mis manos la maravillosa y nombrada COPA DE NÉSTOR.

Copa de Néstor (s. XVI a.C.) Museo Arqueológico de Atenas

Yo pronuncié la correspondiente súplica al soberano de los mares, que ciñe y bate la tierra. A continuación, alentado por Méntor, respondí a las habituales preguntas del huésped:

¿Quiénes sois? ¿De dónde venís? ¿Qué propósito os trae aquí?

Néstor en Pilos

Le pregunté por la suerte de papá tras la GUERRA, y me temblaban las rodillas mientras esperaba su sabia respuesta. Me temía lo peor: que hubiese muerto.

Me contó de la muerte del gran Áyax, del bello Patroclo, del tormentoso Aquiles, del simpar Diomedes, de la funesta suerte de Agamenón...

Todos en sus

Νόστοι

Me dijo que Atenea protegió a mi padre, y que ojalá me proteja a mí de igual modo, para conseguir alejar esa turba de codiciosos de tu lado. Quizá yo sea la clave de su destrucción. Debo decir que a veces la siento cerca, a mi lado…

Joseph Natoire, Telémaco escuchando a Méntor

Así me dijo Méntor. Parecía que hablaba la propia diosa:

ἀλλ᾽ ἦ τοι θάνατον μὲν ὁμοίιον οὐδὲ θεοί περ
καὶ φίλῳ ἀνδρὶ δύνανται ἀλαλκέμεν, ὁππότε κεν δὴ
μοῖρ᾽ ὀλοὴ καθέλῃσι τανηλεγέος θανάτοιο.
Mas ni aun los dioses pueden librar de la muerte, igual para todos,
a un hombre que les sea caro, después que
se ha apoderado del mismo la Parca funesta de la aterradora muerte.
(Odisea, III, 236-238)
Luigi Bienaimé, Telémaco armado

Después de narrar tantas desventuras, ya caía la noche.

Seguimos banqueteando en compañía del venerable anciano y los pilios.

Luego, Méntor manifestó su deseo de irse a dormir a la cóncava nave que nos trajo y yo recibí la SAGRADA HOSPITALIDAD del señor de Pilos.

Foto Maite Jiménez, marzo 2019

Maravilloso el PÓRTICO DOBLE del Palacio de Néstor, me dejó impresionado. Estos hombres parecen ser de estirpe divina, magos de la arquitectura. Creo que dejarán profunda huella en sus descendientes, que gracias a ellos, sabrán construir edificios maravillosos, todos con pinturas al fresco que me cautivaron por su vigor y dinamismo. Son esforzados guerreros, qué duda cabe.

En un suspiro pasé de la oscuridad a la LUZ.

Una procesión que se fundía con el espacio me acompañó al interior. Me sorprendió mucho que también las mujeres participaran. Su indumentaria me era familiar…

Allí ardía el fuego que el venerable anciano Néstor mantenía siempre encendido.

Era el fuego del hogar, en realidad el FUEGO DE TODOS LOS HOGARES.

Foto Maite Jiménez, marzo 2019

El espacio para el SYMPOSIUM, para el banquete ritual, era magnífico. Cuando una casa tiene un lugar para estar, charlar, comer y beber y filosofar, quiere decir mucho sobre la cultura de sus habitantes, sobre su disfrute de la vida.

Me llamaron la atención los asientos largos que ellos llaman

κλῖναι

τοῖσιν δ᾽ ἡγεμόνευε Γερήνιος ἱππότα Νέστωρ,

υἱάσι καὶ γαμβροῖσιν, ἑὰ πρὸς δώματα καλά.

ἀλλ᾽ ὅτε δώμαθ᾽ ἵκοντο ἀγακλυτὰ τοῖο ἄνακτος,

ἑξείης ἕζοντο κατὰ κλισμούς τε θρόνους τε:

τοῖς δ᾽ ὁ γέρων ἐλθοῦσιν ἀνὰ κρητῆρα κέρασσεν

οἴνου ἡδυπότοιο, τὸν ἑνδεκάτῳ ἐνιαυτῷ

ὤιξεν ταμίη καὶ ἀπὸ κρήδεμνον ἔλυσε:

τοῦ ὁ γέρων κρητῆρα κεράσσατο, πολλὰ δ᾽ Ἀθήνῃ

εὔχετ᾽ ἀποσπένδων, κούρῃ Διὸς αἰγιόχοιο.

Néstor, el caballero gerenio, se puso al frente de sus hijos y de sus yernos,
y con ellos se encaminó al hermoso palacio.
Tan presto como llegaron á la ínclita morada del rey,
sentáronse por orden en sillas y sillones.
 De allí á poco mezclábales el viejo una cratera de dulce vino,
el cual había estado once años
en una tinaja que abrió la despensera;
 mezclábalo, pues, el anciano y, haciendo libaciones,
rogaba fervientemente á la hija de Júpiter, que lleva la égida.
(Odisea, III, 386-394)
 

Foto Maite Jiménez, marzo 2019

Un cantor que se parecía a ORFEO entonaba tan dulces melodías, que las palomas revoloteaban en torno a su música.

Fresco de Pilos

Qué sorpresa encontrar las ESCALERAS. Conducen a una planta superior del Palacio y están pensadas para que el ascenso sea cómodo y majestuoso.

Foto Maite Jiménez, marzo 2019

El rey pidió que todos nos fuéramos a dormir a nuestros cuartos.

Al alba, cuando la AURORA DE DEDOS ROSADOS acarició las nubes, Néstor ordenó el sacrificio de una vaquilla para que una vez más Atenea les fuese propicia.

Antes de partir, la bella hija de Néstor y la reina Eurídice, a la que llaman POLICASTA, me condujo hasta la sala de baños.

Nunca vi en mi vida una estancia tan confortable y que tanto invitara a todos los placeres. Había jarras de agua de delicada cerámica, esponjas del Jónico y algo lujoso:

agua caliente.

Foto Maite Jiménez, marzo 2019

τόφρα δὲ Τηλέμαχον λοῦσεν καλὴ Πολυκάστη,

Νέστορος ὁπλοτάτη θυγάτηρ Νηληϊάδαο.

αὐτὰρ ἐπεὶ λοῦσέν τε καὶ ἔχρισεν λίπ᾽ ἐλαίῳ,

ἀμφὶ δέ μιν φᾶρος καλὸν βάλεν ἠδὲ χιτῶνα,

ἔκ ῥ᾽ ἀσαμίνθου βῆ δέμας ἀθανάτοισιν ὁμοῖος:

πὰρ δ᾽ ὅ γε Νέστορ᾽ ἰὼν κατ᾽ ἄρ᾽ ἕζετο, ποιμένα λαῶν.

En esto lavaba á Telémaco la bella Policasta,
hija menor de Néstor Nelida.
Después que lo hubo lavado y ungido con pingüe aceite,
vistióle un hermoso manto y una túnica;
y Telémaco salió del baño, con el cuerpo parecido al de los dioses,
y fué á sentarse junto á Néstor, pastor de pueblos.
(Odisea, III, 364-369)
Stephen Daldry, El lector (2008)

Ella me limpió la piel con aromáticos y suaves ungüentos.

Creo que desperté su interés y al final se metió conmigo en la bañera, a la que llaman:

ἀσάμινθος

Leí a POLICASTA versos de amor de las poetas de las islas.

Ella me miraba con ojos escrutadores. Creo que me entendió.

Me parece que es igual a los dioses
el hombre aquel que frente a ti se sienta,
y a tu lado absorto escucha mientras
dulcemente hablas
y encantadora sonríes. Lo que a mí
el corazón en el pecho me arrebata;
apenas te miro y entonces no puedo
decir ya palabra.
Al punto se me espesa la lengua
y de pronto un sutil fuego me corre
bajo la piel, por mis ojos nada veo,
los oídos me zumban,
me invade un frío sudor y toda entera
me estremezco, más que la hierba pálida
estoy, y apenas distante de la muerte
me siento, infeliz.
Jan Styka, Policasta

Tuvimos intimidad en aquella sala del baño.

Cuando salí de la bañera, me sentí SEMEJANTE A UN DIOS.

Le dije a mi bella anfitriona que me hiciese el honor de salir a cenar conmigo esa noche. Suponía un problema, porque Néstor había organizado otro banquete en mi honor. Me excusaría diciendo que al día siguiente quería zarpar muy temprano y que tenía que descansar.

POLICASTA se vistió para ir a cenar al pueblo. Estaba preciosa.

Nos decidimos por este pequeño restaurante que da al mar en el corazón de PILOS.

Su nombre evocaba al padre de los dioses. No teníamos elección. Era mi augurio.

ὁ  ἀετός

(El águila)

Todas las viandas fueron deliciosas.

Querida mamá, la MOUSSAKA que pidió POLICASTA me recordó mucho a la que haces tú.

Foto Maite Jiménez, marzo 2019

Nada me haría más feliz que papá volviese a casa. Dice POLICASTA que tanta nostalgia tiene por fuerza que ser mala.

Me ha contado que lo que a mí me pasa tiene visos de ser un verdadero SÍNDROME, como el del pobre Edipo, pero distinto. La reina Yocasta tenía un estrés alucinante, pero tú tampoco le vas a la zaga.

Ella me entiende. Puede que lo nuestro perdure en el tiempo…

Mañana he de partir. Sigo buscando a mi padre.

Recibe un afectuoso abrazo de tu hijo que te quiere

TELÉMACO

Acerca de Maite Jiménez Pérez

Catedrática de Latín de Secundaria. Traductora en Rinoceronte editora, Ediciones Siruela, Aira Editorial. LAT-GR-ESP-GAL-IT-EN-DEU
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5 respuestas a EL BAÑO DE TELÉMACO

  1. Chelo Puente dijo:

    Como siempre, he viajado de tu mano hasta el puerto de Pilos en busca de Odieseo.
    Feliz verano, Maite.

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  2. cccouto dijo:

    Siempre me cayó un poco gordo este Telémaco, no sé. Recuerdo que mandaba callar a su madre. Le decía «¡ tira p´arriba, mujer!». O algo así.
    Entran muchas de ir a Pilos, de volver a Grecia. ¿Cuándo será? Gracias como siempre por el post, bs
    (Tb he visto Wonder Woman, después de pasar por tu blg y antes de que se terminaran mis 3 meses de prueba de amazon prime; un locurón de película, pero ¡¡qué mal le parecería todo al pipiolo de Telémaco!!. Lo he pasado pipa viéndola)

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  3. Pingback: TIENES UN SÍNDROME | Grand Tour

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