GÉMINIS
Hermes gobierna el destino de los VIAJEROS. Los navegantes necesitan faros, estrellas, luces que les orienten. Solo si se ha estado en alta mar en una noche sin luna se podrá entender lo que pretendo decir.
Estos días empezará a verse la constelación de GÉMINIS. Gemini, los gemelos, los DIÓSCUROS, Cástor y Pólux.
Los que somos Géminis estamos condenados a la doble personalidad, la bipolaridad, la hermandad de los contrarios que no somos capaces de conciliar, la extroversión que vuelve a nosotros como un boomerang, el don de la palabra, la vivacidad. Quisiéramos ser estrellas guía, como los gemelos divinos, pero solo brillamos a veces, presas de la inquietud, un gusano que se alimenta en nuestro estómago.
Michelangelo Buonarroti, Leda y el Cisne
Todo empezó con un huevo, o dos. Pero no con cualquier huevo. De la apasionada unión de Zeus cisne con Leda nacieron dos huevos, uno al parecer de la estirpe del mortal Tindareo, padre de Helena y Clitemnestra y el otro de sangre divina, olímpica, los gemelos Cástor y Pólux.
En las etimologías de sus nombres está el brillo y la dulzura:
CÁSTOR: con una raíz kad– “brillar”
PÓLUX o Polydeukes: de una raíz deuk-, semejante a glyk- “dulce”. Esto es, “que posee muchas dulzuras”.
Púgil ágil Pólux y domador de caballos y jinete Cástor, fueron jóvenes aguerridos y a veces gamberros en su juventud. Entre sus desmanes, el rapto de las hijas de Leucipo, un antecedente noble de la afrenta de Corpes de los Infantes de Carrión hacia las hijas del Cid.
Unidos como todos los gemelos con ese amor fraternal raro, incomprensible y genético que asombra a todos. Una conexión a distancia, antes de la internet, dicen que se establece desde la cuna entre los gemelos, cuyos corazones palpitan al unísono.
Entre sus muchas aventuras se cuenta su participación en el viaje de los Argonautas para la recuperación del VELLOCINO DE ORO.
El Argo continuó avanzando por esta costa con un viento fresco, y pasó por delante de varios poblados de chozas construidas con ramas, pero en ningún sitio vieron los argonautas rebaños de ninguna clase, aunque había hierba suficiente para que pastaran en grandes números. Las colinas se acercaron más al mar y pasaron por la Isla de la Permuta. La costa entonces giró bruscamente hacia el norte, y después de unas cuantas millas llegaron remando a un promontorio bajo que hoy en día se llama cabo Jasón. Como ya anochecía y amainaba el viento, y no querían verse mezclados con los belicosos tibarenos, cuyo territorio empezaba en este cabo, anclaron al abrigo de otro islote. Aquella noche fue memorable para los argonautas, pues Nauplio les enseñó los nombres de las constelaciones celestes, tal como él las conocía, entre las cuales estaban la Mujer Osa Calisto, su hijo Árcade (generalmente llamado Guardián de la Osa), las Pléyades (que estaban saliendo en aquel momento) y Casiopea. Luego se divirtieron poniéndoles nombres ellos mismos a otras constelaciones y algunos de estos nombres se empezaron a utilizar en los puertos griegos después del regreso del Argo. Así fue cómo adquirieron su nombre las estrellas gemelas Cástor y Pólux, ante cuyo brillo se calman los mares más embravecidos; y la gran y pesada constelación de los Trabajos de Hércules; y la Lira de Orfeo; y la constelación de Quirón el Centauro (bautizada así por Jasón);todas éstas aún se recuerdan.
(Robert Graves, El vellocino de oro, Edhasa 1983 )
Su aparición se conjuga con el FUEGO DE SAN TELMO, que puede producir inquietud y desasosiego en el navegante cuando contempla esa destelleante luminiscencia en los mástiles, o que puede ser buen augurio para una feliz navegación.
Plinio el Viejo en su Historia Natural lo refiere así:
Un único fuego sería HELENA, la radiante, resplandeciente, luminosa y fogosa, y dos fuegos serían CÁSTOR Y PÓLUX, los gemelos brillantes hijos del padre Zeus.
Así canta este navegante a los Dióscuros.
Es un bello Lied de Franz Schubert, y el piano que acompaña nos sugiere las ondulaciones del mar.
El devoto navegante se orienta con los GEMELOS, las estrellas guía de una próspera navegación. El mar va a calmarse.
Lied eines Schiffers an die Dioskuren
Música: Franz SCHUBERT (1797-1828)
Texto: Johann Mayrhofer
Matthias Goerne, barítono
Dioskuren, Zwillinssterne,
Die ihr leuchtet meinem Nachen,
Mich beruhigt auf dem Meere
Eure Milde, euer Wachen.
Wer auch fest in sich begründet,
Unverzagt dem Sturm begegnet,
Fühlt sich doch in euren Strahlen
Doppelt mutig und gesegnet.
Dieses Ruder, das ich schwinge,
Meeresfluten zu zerteilen,
Hänge ich, so ich geborgen,
Auf an eures Tempels Säulen,
Dioskuren, Zwillingssterne.
Canción de un navegante a los Dióscuros
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La definición que haces al principio del carácter de los géminis es exacta Te lo dice tu madre que te conoce.El post es precioso
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