GABINETE SECRETO

     El señor Alejandro Dumas, brillante novelista de aventuras, autor de El Conde de Montecristo y Los Tres Mosqueteros, se rindió, como tantos otros, a los encantos de GARIBALDI.

    Entre otras gracias que le otorgó el libertador de Italia, fue la de hacerse cargo de la colección licenciosa e inmoral del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

    Antes, las piezas arrancadas a las villas de Pompeya, Herculano o Stabia, estaban guardadas celosamente bajo llave.

    Los arqueólogos del Rey Carlos III de España, Nápoles y las Dos Sicilias habrían quedado impactados por la COLECCIÓN SECRETA, donde VENUS era la reina de la fiesta.

   Orgullosa y descarada, exhibe su conocida infidelidad con el viril Marte. La pareja olímpica da sus bendiciones a todo lo que les rodea: Eros sin fronteras.

    El Rey Fernando I fue a ver de qué trataba aquella colección tan cacareada. Los responsables de la custodia le enseñaron a Su Majestad las joyas priápicas de las excavaciones. Él tapó los ojos de su hijita Carlotta para que su mente infantil no se contaminara con aquellas cochinadas.

    El Gabinetto Segreto del Museo Archeologico Nazionale de Nápoles es un lugar prohibido, donde el SEXO llega a los enseres más domésticos, como este brasero.

    Los viajeros del Grand Tour habían dicho de todo sobre aquella colección en sus países civilizados: Inglaterra, Francia o Alemania. Se mesaban los cabellos al constatar la falta de moralidad y decoro de los antepasados de los italianos.

Esto hizo que la colección fuera más secreta, pero también más apetecible y tentadora.

  Con Monsieur Dumas el Gabinete Secreto se abrió. Años más tarde, la Italia fascista de Mussolini volvió a cerrarlo. Tuvieron que pasar muchos años hasta que el Museo lo incluyera en su visita.

   Eso sí, el viajero actual que se acerque al impresionante espacio, leerá: PROHIBIDA LA ENTRADA A MENORES DE 18 AÑOS. Esto le animará mucho, y ansioso deseará entrar.

    El motivo más llamativo para el viajero son los FALOS de PRÍAPO. Exagerados hasta la comicidad, son un homenaje al símbolo que está en nuestro ADN: la fertilidad, la generación, Eros salvaje y primitivo.

    Las damas pompeyanas retozan con sus amantes igual que las prostitutas del famoso Lupanar de Pompeya. Son mujeres de alcurnia, algunas divinas, pero también desean mostrar sus habilidades eróticas.

    En el pozo de Eros básico y primitivo ha caído Pan, híbrida criatura, aberrante amante de esta cabra. Cuando esta pieza viajó a Londres en 2013 al British Museum también tuvo su advertencia:

PROHIBIDA LA ENTRADA A MENORES DE 14 AÑOS (ACOMPAÑADOS DE PADRES O TUTORES LEGALES)

    Un rijoso y atizonado Sátiro intenta violar al pobre Hermafrodito, ser ambiguo y con doble sexo, de piel pálida y cuerpo esponjoso.

     En este proceloso mar de deseos, conjuros de fertilidad, priapismo y humanidad, VENUS se levanta de su tálamo prohibido y se dispone a vestirse.

    Nos da la espalda mirándonos por el rabillo del ojo y nos regala uno de los traseros más espectaculares de la historia. Está perfecta desnuda.