MANDA HUEVOS

Ex pravo pullus bonus ovo non venit ullus

De un huevo malo no sale un buen pollito

      En la pared sur de la Tumba del Tuffatore de Paestum, un simposiasta va a tocar su bárbiton. Tiene en su mano un HUEVO.

    Como manjar funerario, un asistente al banquete de la Tumba de los Leones de Tarquinia, muestra este alimento.

El huevo es el primer protoplasma, el germen de la vida, la fuerza vital y la resurrección.

El huevo es el mundo, símbolo de la naturaleza entera y de la vida de los hombres.

     El propio Eros, llamado Fanes «el resplandeciente» se ha metido en él.  Nació de un huevo, de la unión entre la Noche y el Érebo.

Está en un HUEVO CÓSMICO, porque la vida ha salido a la luz a partir de la FLOR DEL DESEO.

El ombligo del mundo

El ómphalos de Delfos es un enorme huevo.

     Leda tuvo dos huevos: de uno, nacieron Cástor y Pólux, los gemelos divinos de Zeus metamorfoseado en cisne para seducirla; del otro, las gemelas humanas de la estirpe de Tindareo, Helena y Clitemnestra.

Un buen resultado dependerá de un buen comienzo. De aquellos barros estos lodos. Por eso el asunto de los huevos de Leda no fue lo mejor para tirios y troyanos. Ya sabemos lo de Helena y lo de Troya.

Leonardo

      La diosa Astarté, Isthar, Venus romana, son la fertilidad. Por eso sus emblemas son los huevos y la liebre.

Vendrán huevos y conejos de chocolate para la PASCUA FLORIDA, el momento del renacimiento y la resurrección. 

Durero

     La expresión MANDA HUEVOS se incorpora a la lista encabezada por el huevo en su acepción más masculina: TOCAR LOS HUEVOS. No olvidemos aquella tan contingente de PONER ALGO A HUEVO. Es sin duda, una de las palabras con más acepciones en castellano

     Se emparenta con la falsa etimología de TESTÍCULOS, diminutivo latino de TESTIS (testigo) esa leyenda urbana que alude a que los romanos juraban tocándoselos.

     Al parecer, su grafía correcta sería MANDA UEBOS, por la expresión jurídica romana MANDAT OPUS, o sea, que algo es obligatorio porque lo manda la ley.

 Casa de Julia Felix (Pompeya)

      Los huevos abren el BANQUETE romano, ab ovo usque ad mala, y las manzanas son el postre.

       Son un plato espectacular, porque incluyen todo lo necesario para la vida: las proteínas y la grasa; son un patrón protéico de altísimo poder biológico; minerales y vitaminas se alojan en una estructura pequeña y saludable.

No se puede pedir más

     El huevo fue valioso, según el refrán castellano que dice «cuando seas padre, comerás un huevo». El que traía el pan a casa debía estar bien alimentado para ganar el jornal.

Luego pasó a ser humilde, y cedió puesto de honor a otros alimentos.

    Dicen que es el plato más sencillo de la cocina, cuando apelan a a aquello de «….no sabe ni freír un huevo», para definir a un inútil. Se equivocan absolutamente.

También se equivocan cuando dicen que algo es más socorrido que unos huevos con tomate. Para nada.

Casa Lucio (Madrid)

     Hacer unos huevos fritos no es disciplina para principiantes en la cocina. Yo triunfo en mi casa con los HUEVOS ROTOS. No pretendo emular a Lucio, cocinero glamouroso gracias a sus huevos, pero a mí me salen mucho más baratos. Proporcionan placer inmenso a los comensales.

 Cuando hay invitados, uno debe superar los prejuicios absurdos y obsequiarlos con un plato de huevos rotos, que si son caseros, harán las delicias de todos.

Para qué arriesgar con platos foráneos a veces absurdos, en los que no tenemos destreza, experimentar con cosas raras, o exponerse a que no seduzcan el paladar de nuestros huéspedes.

Ningún plato superará jamás a éste

  Por si hay alguien que NO SEPA FREIR UN HUEVO, dejo la RECETA AQUÍ