LA SANDALIA DE EMPÉDOCLES
Albert Einstein en la playa con sandalias de mujer (1932)
¡Oh, daos a la naturaleza, antes que ella os tome!
Friedrich Hölderlin, La muerte de Empédocles, Feliu Formosa (tr.) Acantilado 2001.
Cuenta Diógenes Laercio que el filósofo EMPÉDOCLES de AGRIGENTO era un hombre sabio, riquísimo y muy presumido.
Se paseaba por su ciudad vestido con una túnica purpurada atada con un cinturón de oro, agitando suavemente su melena de poeta ceñida con una corona délfica, calzado con unas sandalias de bronce y bien escoltado por una corte de esclavos aduladores.
Sir Lawrence Alma-Tadema, Autumn
En Agrigento, próspera y populosa ciudad de casi 800.000 habitantes, sus vecinos enseguida empezaron a agrandar sus méritos, quizá porque era rico como Creso, y sobre los ricos siempre se habla mucho: que si era discípulo directo del gran Pitágoras, que si había sido el descubridor de la Retórica, arte y disciplina que tanto amaban los de la Magna Grecia, y mucho más.
Empédocles también decía de ellos:
«LOS AGRIGENTINOS DILAPIDAN LA VIDA COMO SI FUESEN A MORIR AL DÍA SIGUIENTE Y EDIFICAN SUS CASAS COMO SI FUESEN A VIVIR ETERNAMENTE»
Valle de los Templos (Agrigento)
Pero lo cierto es que Empédocles de Agrigento tenía brillo: médico, excelente orador de aficiones democráticas, poeta trágico, poeta homerizante, y hasta mago.
Dicen que cuando en una ocasión los vientos azotaron sin piedad, mandó desollar unos asnos y con sus pieles hizo unos paravientos para conseguir que amainaran.
A partir de entonces le llamaban el «calmador de vientos».
El filósofo fue un observador magnífico del UNIVERSO y el primero en enunciar los CUATRO ELEMENTOS DE LA NATURALEZA:
tierra, fuego, aire y agua,
clasificación que ha tenido mucho éxito desde entonces.
Aseguraba que el SOL era una enorme bola de fuego más grande que la LUNA, que era un disco.
Empédocles escruta el Universo. Luca Signorelli (Catedral de Orvieto) Alfredo Dagli Orti / The Art Archive / The Picture Desk – AFP
Sus prácticas menos ortodoxas, entre la ciencia, la magia y los misterios, le condujeron a explicar cómo el alma reviste cualquier forma, animal o vegetal, una especie de karma.
Esta alma inmortal pasa de unos seres a otros, transmigra.
Su amigo Pausanias transmitió el famoso caso de la MUJER EXÁNIME.
La señora llevaba 30 días sin respirar y sin pulso. Empédocles la resucitó.
Como era tan orgulloso y egocéntrico, presumido y arrogante, en sus poemas llegó a declararse inmortal.
Procesión de Santa Marta de Ribarteme, años 50 (As Neves-Pontevedra)
Organizó una fiesta en el campo para celebrar su fama por el logro de resucitar a la mujer exánime. Incluso se hicieron sacrificios.
Empédocles no cabía en sí de gozo. Estaba a la altura de los dioses. De algo habrían valido todas sus visitas a la cofradía de misterios órficos, eleusinos y demás masonerías.
Lo pasaron estupendamente.
Praza do Conde (Pontedeume-A Coruña) a principios del siglo XX
A la caída de la noche, Empédocles desapareció. No lo encontraban por ninguna parte. Un sirviente dijo que había oído que una voz sobrehumana en medio de la noche reclamaba al filósofo anfitrión. Un resplandor y el brillo de unas antorchas fue lo último que recordaba.
Una cuadrilla comandada por Pausanias salió en su busca, pero ya cansado de aquella pantomima de su amigo, acabó diciendo que había sucedido un milagro, un prodigio maravilloso:
Empédocles se había transformado en dios y había que hacerle sacrificios.
Otros refieren que se encaminó al Etna , que en el cráter fue envuelto en llamas y desapareció para dejar la fama segura de que había tenido una
APOTEOSIS
Gérard Corbiau, Le roi danse (2000)
Talmente como el gran HERACLES, inflamado de pasión y abrasado por el fuego, pero resucitado y casi dios.
Guido Reni
Al final Empédocles quedó desenmascarado porque el volcán escupió una de sus sandalias broncíneas:
Y tú, Empédocles, antaño, al purificar tu cuerpo en sutil llama,
apuraste el fuego en inmortales cráteres.
No diré que por propia voluntad te lanzaste al flujo del Etna,
pero sí que, queriendo desaparecer, caíste en él sin quererlo.
(Antología Palatina, VII, 123, en Diógenes Laercio)
Los que saben de estas cosas hablan de este fenómeno como
MONOSANDALISMO
Un hombre con una sandalia…como Jasón, que iba a poner en peligro el trono de su tío, navegante que se interna en el Ponto y acaba casándose con una maga.
David Gandy
Un bello dios que viaja con frecuencia al Inframundo por lo de las almas que migran y esas cosas…, que además en sus ratos libres rescata a niños divinos que también tienen algo de maravillosos, por nacidos dos veces.
© 2008. Photo: S. Sosnovskiy.Sandal-Tying Hermes. Marble. Roman copy of the 2nd cent. A.D. after a Greek bronze original by Lysippos c. 330 B.C. Inv. No. 2798. Copenhagen, New Carlsberg Glyptotek.
Diosas que vigilan la industria metalúrgica, por eso del bronce de las grebas de los héroes, y que están en útero de la Tierra, a la que puedes penetrar por uno de los ombligos del mundo…
Etna (Sicilia)
Muchachas que pierden zapatitos de cristal…
O doctores muy listos, cascarrabias, atormentados y complicados, cínicos y cojos:
EMPÉDOCLES y todos ellos son capaces de ir al MÁS ALLÁ y volver.
A este oficio se le denomina:
CHAMÁN